La ética y los derechos digitales merecen un mayor protagonismo en el proyecto de Estrategia Digital Nacional y su integración en los futuros programas elaborados por el Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación.
La Estrategia Digital Nacional (EDN), lanzada por el Ministerio de Juventud y Modernización, estuvo en consulta pública hasta el 5 de diciembre de 2024. Este documento forma parte del programa Década Digital hasta 2030, promovido por la Unión Europea (UE). Con la implantación de la NDE, el gobierno quiere que Portugal se afirme como uno de los líderes europeos en el ámbito de la transformación digital en curso, que abarca todos los ámbitos de nuestra vida en sociedad, como parte de la cuarta revolución industrial, expresión acuñada por Klaus Schwab (Fundador y Presidente del Foro Económico Mundial, En “La Cuarta Revolución Industrial”, publicado en 2016. Publicado en Portugal por Levoir en 2018: “La Cuarta Revolución Industrial”), que comenzó en la transición al siglo XXI.
En resumen, la propuesta de Estrategia Digital Nacional, de 14 de noviembre de 2024, sometida a consulta pública, enumera los siguientes puntos:
- Visión: centrada en una “economía más competitiva, innovadora, sostenible y resistente”
- Principios rectores sustentados por “siete principios fundamentales”: (i) confianza y transparencia; (ii) Inclusión e Igualdad; (iii) Sostenibilidad; (iv) seguridad y protección; (v) Ética; (vi) Eficacia; (vii) Colaboración “entre la administración pública, las empresas, las asociaciones, el mundo académico y la sociedad civil”.
- También consagra los objetivos, iniciativas y acciones a desarrollar
- Está en consonancia con el programa de la Década Digital de la UE;
Siendo las personas el primero de los objetivos estratégicos, la NDE pretende conseguirlo para 2030:
(i) dotar a la sociedad de competencias digitales que faciliten la participación ciudadana, haciendo hincapié en la alfabetización digital; la igualdad de género activa; la seguridad; la participación cívica y la inclusión digital;
(ii) educación y reciclaje digital, con especial atención a las competencias digitales avanzadas, siendo la seguridad un aspecto especialmente importante en este caso;
(iii) Formar, retener y atraer especialistas, logrando así el reconocimiento de Portugal como centro de excelencia mediante la creación de una “cultura de la innovación”.
En cuanto a la ética, en el punto 5 de los principios rectores, la NDE propone: “Desarrollar, adoptar y utilizar la tecnología de forma ética, protegiendo los derechos fundamentales”. La materialización, los objetivos, las iniciativas y los planes de acción expuestos en este documento omiten cualquier otra referencia a la ética digital. Sólo en el objetivo 7 (en la página 56), dentro de los objetivos estratégicos del Estado, se menciona: “Garantizar la digitalización de los servicios públicos y su prestación eficaz, integrada y centrada en las personas”. Nos parece que la urgencia del Humano en el Bucle (HITL), es decir, no prescindir del Humano en estos ámbitos. Al ser transversal a todas las dimensiones de lo digital, no es exclusiva de la administración pública. La iniciativa privada también debe guiar sus actuaciones en estos ámbitos respetando este principio, que ha sido identificado y reconocido en el mundo académico y asumido en las políticas públicas, especialmente en diversos documentos que reflejan y abordan estas cuestiones en la UE.
Por otro lado, EDN pretende desarrollar importantes iniciativas como: “Programa Nacional de Niñas en STEM”; “Pasaporte de Competencias Digitales”, entre otras. Sin embargo, en cuanto a la ética digital y los derechos digitales, no sólo no prevé ninguna iniciativa o plan de acción, sino que ni siquiera considera estas cuestiones en el contexto de la educación digital o el reciclaje de las personas que ya están en el mercado laboral.